Las preguntas más frecuentes
Cada sesión dura aproximadamente 55 minutos. Es tiempo suficiente para que te sientas escuchado y podamos abordar los temas clave sin prisas.
Al principio, recomiendo una sesión semanal para poder avanzar de manera constante y crear un buen vínculo terapéutico. A medida que vayas sintiéndote mejor, podemos ir espaciando más las sesiones en función de tus necesidades.
Depende mucho de la persona, del tipo de problemática y de su duración. Pero muchas personas empiezan a notar después de las primeras 3 o 4 sesiones. Lo importante es tener paciencia y un buen compromiso con el proceso.
Igual que en la pregunta anterior, esto también depende mucho de cada caso. La terapia podría durar o unas semanas o varios años. La duración del proceso depende mucho del punto de partida.
La decisión de iniciar un proceso terapéutico es personal, como también lo es la decisión de terminarlo. El terapeuta puede sugerir la necesidad de alargar el proceso, pero la decisión última es del propio paciente.
